Pregunta.- Se cumplen casi cuatro años de la irrupción del Covid-19 y todavía sigue circulando a alta velocidad. ¿Cuál es la situación actual del SARS-CoV-2 a nivel internacional en los países desarrollados y subdesarrollados?

Respuesta.- El virus se sigue diseminando y ha habido un repunte del número de contagios causando Covid-19 y otras enfermedades respiratorias en Europa, Estados Unidos, México y Sudamérica, motivado en gran parte por la expansión global de la variante de interés JN.1 del SARS-CoV-2, por lo que se ha vuelto a recomendar el uso de las mascarillas en los centros de salud, espacios cerrados, así como volver a estimular la vacunación. La cantidad de infectados hace que se haya recomendado el uso de la mascarilla en ambientes cerrados, dado que el virus sigue circulando. Dos recomendaciones adicionales: seguir vacunando, mejorar la ventilación de los locales, particularmente en el invierno.

P.- La OMS levantó oficialmente la emergencia internacional por la pandemia en mayo de este año. No obstante, como comenta, los últimos días de 2023 está habiendo un claro repunte de la variable BA.2.86. ¿Qué se espera en 2024 de la evolución del virus?

R.- Lo esperable es que el virus se disemine con mayor efectividad, pero que las nuevas variantes sean más atenuadas. Esto es lo que ha sucedido con otros coronavirus a lo largo de la historia, pero en este momento el virus sigue causando patología, aunque las personas infectadas por lo general no requieren hospitalización. Parece que lo mas inteligente es tomar precauciones en sitios poco ventilados y mantener la mascarilla y la higiene de manos.

P.- Una prueba de que el virus está presente es que su Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología continúa desarrollando una vacuna española para la Covid-19. ¿Por qué sigue siendo necesario desarrollar nuevas vacunas como la suya?

R.- Por lo general, todas las vacunas deben de ser actualizadas para hacer frente a las nuevas variantes del virus que han emergido, particularmente en el caso de los virus con un genoma RNA como los coronavirus, porque evolucionan y cambian su antigenicidad con mayor facilidad que aquellos con genoma DNA. Además, aunque las vacunas de mayor éxito, como las producidas por Moderna y Pfizer han sido de gran utilidad, no inducen una inmunidad esterilizante, es decir, que las personas inmunizadas con ellas varias veces todavía son susceptibles a la infección por el virus. Así mismo, las vacunas actuales para prevenir el SARS-CoV-2 inducen una protección baja cuando se administran por vía intramuscular, y el virus que nos afecta es respiratorio, por lo que sería mucho más interesante diseñar vacunas que se administren por vía respiratoria, que es por donde nos invade el virus.

P.- Si comparamos su vacuna con la de Moderna, de Pfizer de Hipra (Bimervax), encontramos diferencias sustanciales, por ejemplo, su administración es nasal y genera anticuerpos en las mucosas. ¿Qué otras particularidades tiene su vacuna?

R.- Nuestra vacuna además de ser administrada por las vías respiratorias, incluyen varios antígenos, mientras que las excelentes vacunas de Moderna o Pfizer se basan solamente en un antígeno, la proteína S de la superficie del virus, que es el mayor inductor de anticuerpos neutralizantes, pero no otros antígenos más conservados en las distintas variantes del SARS-CoV-2.

P.- Dicen en el laboratorio que una de las características de su nueva vacuna es que es autoamplificada. ¿Qué significa esto?

R.- Las vacunas actuales llevan una dosis fija de un mRNA que codifica la proteína S. Tanto administras tanto tienes. No se amplifica en nuestro organismo. Sin embargo, nuestra vacuna está basada en la administración de replicones RNA que llevan la maquinaria para multiplicarse en las células de la persona vacunada y aumentar significativamente la cantidad de RNAs que codifican la proteína S y también otras proteínas del virus. Por lo tanto, deberían de ser más potentes en la inducción de una respuesta inmune.

P.- Si todo va bien, la vacuna podría llegar a los pacientes a finales de 2024 o principios de 2025. ¿Por qué su desarrollo está siendo más lento del de otras vacunas? ¿Es una cuestión de financiación, de requisitos más estrictos…?

R.- En nuestro laboratorio hemos comprobado varias veces que la vacuna que hemos desarrollado para el SARS-CoV-2 da una protección completa en el modelo experimental del ratón humanizado. Sin embargo, es importante que los costes de producción no sean altos, para que sea rentable su producción. En estos momentos, estamos trabajando en varias estrategias para mejorar nuestros rendimientos. Además, hemos de reconocer que, pese a nuestro esfuerzo, hemos de optimizar la obtención de mejoras y resultados del escalado de la producción.

P.- Enfocándonos en el futuro a medio plazo, ¿qué desafíos quedan en la lucha contra la Covid-19?

R.- Una de las áreas más importante para mejorar los resultados en la población vacunada es administrar las vacunas para este virus respiratorio por vía también respiratoria, la vía de entrada natural el virus. Así mismo, es importante la utilización de adyuvantes (potenciadores de la respuesta inmune) que aumenten la inducción de una respuesta inmune en las zonas altas y bajas de las vías respiratoria, algo que se puede inducir por la presentación de ciertas citoquinas en estas vías.

P.- Algunas personas todavía experimentan síntomas persistentes (dolor de cabeza, dificultad para concentrarse, insomnio...), lo que se conoce como Covid prolongado. ¿Saber por qué ocurre esta dolencia puede ayudarnos a combatir mejor el virus?

R.- Esta pregunta es muy relevante hoy en día. Efectivamente, muchos pacientes que han sufrido una infección por SARS-CoV-2 y que dos o tres meses después aparentemente estaban curados, mantienen una o varias patologías como mente nublada, problemas circulatorios, microcoágulos, cansancio, o una combinación de estas patologías entre sí o con otras. Esta enfermedad, también llamada Covid persistente de larga duración, representa una enorme preocupación médica, social y económica, dado que puede incluso inhabilitar a una fracción significativa de la población para mantener su trabajo habitual. Existen cuatro causas que se consideran los responsables más probables de esta patología: las persistencias de inflamación en los pacientes previos, el hecho de que el virus no haya desaparecido completamente de su organismo y que persistan partículas defectivas del mismo, y la inducción de microcoágulos, o combinaciones de estas causas. Los hospitales de los países adelantados ya han puesto a punto secciones especializadas para atender esta patología, y también se ha aumentado la investigación en esta área, incluyendo los trabajos de nuestro laboratorio.

P.- Algunos sucesos como el porcentaje menor de trombos supuestamente atribuidos a la inyección del adenovirus avivaron, en su momento, las conspiraciones contra las vacunas. ¿Qué queda por decir para convencer a aquellos que todavía no se han vacunado?

R.- Las vacunas contra el SARS-CoV-2, particularmente las de Moderna y Pfizer, han hecho un gran servicio a la humanidad salvando muchas vidas. Aunque en algunas personas la vacunación con ellas ha causado algunas molestias, estas han desaparecido después de uno o dos días con la ayuda de un paracetamol o similar. Por nuestra protección personal, la de nuestra familia cercana y la de las personas de nuestro entorno, recomendamos encarecidamente que se vacunen a no ser que tengan algún problema médico especial, en cuyo caso se deben de poner en contacto con su médico personal.